domingo, 20 de julio de 2008

Ezequiel Gonzalez volvio a Rosario Central

Ezequiel González asoma por el comedor del hotel Spa República y acepta resignar minutos de la necesitada y adorada siesta de pretemporada para hablar con Olé. Ya luce en su pecho el escudo de Central con el número 10 y demuestra en cada palabra que vuelve por el solo hecho de jugar por placer, con la ambición de defender los colores que lleva muy adentro antes que por una cuestión de billetes. "La verdad que lo económico no me convenía. Yo no volví por la plata, volví por el corazón", confiesa el Equi a contramano de la realidad que atraviesa el fútbol argentino, donde los jugadores hoy prefieren caer con paracaídas en cualquier país inhóspito con tal de hacer una diferencia en su bolsillo. A los 28 años, el hombre se inclinó por la pasión.

- Central es un lugar donde te sentís cómodo -Sí, en la Argentina era Central, si no seguía afuera. El club está muy bien, mejoró muchísimo con esta dirigencia... Se dio la posibilidad y disfruto mucho de estar acá.

- En qué notás ese cambio institucional -En todo. El club estaba al borde del abismo y lograron sacarlo adelante. Hay gran expectativa, optimismo. La gente en la calle está muy ilusionada.

- Y por qué volver ahora y no más adelante -Muchos factores hacen que acá me sienta cómodo. El orden, por ejemplo. El nacimiento de mi tercer hijo... El tema de volver a Central me tentaba mucho. Era difícil decirle que no.

-Ese orden que decís, tuvo mucho que ver en tu decisión -Sí, totalmente. Con los otros dirigentes no se me hubiese ocurrido volver porque eran un desastre. Fue primordial. El proyecto que hay es seguir haciendo todavía más grande a Central. Me gusta estar acá para ayudar a construir este objetivo de que el club siga creciendo.

- Y verlo al borde del abismo cuánto te dolió -Mucho, porque el manejo de (Pablo) Scarabino fue terrible... por suerte Central es un grande y zafó por la gente. Y porque vino (Horacio) Usandizaga a salvar al club de ese abismo...

Se lo ve enchufado con Central. Aunque se permite revisar un poco su pasado reciente en Grecia, donde vivió cuatro años, todos con la camiseta del Panathinaikos: Estaba bien allá. Me gustaba y me había acostumbrado. Pero estoy acá, soy de Rosario, y quería volver .

- Y cuánto sumó que Vitamina sea el técnico para que volvieras -Mucho. La gente me paraba en la calle y me pedía que volviera. Había charlas con los directivos, pero cuando se confirmó que Vita era el técnico fue el último paso que faltaba para dijera que sí .

-Firmaste vos, luego arregló el Kily...

-(Interrumpe). Así se jerarquiza el plantel. Vine para estar en un buen equipo, y el Kily es fundamental para lograrlo.

-Parece que Central está buscando su mística con ustedes y con Vitamina Sánchez como técnico. -Sí, el plan también es que suban muchos chicos. No sólo jugar con viejos.

- Te juega a favor que el técnico sea un tipo de tu estilo, al que le gusta que traten bien la pelota -Seguro. Con Vitamina compartimos una vida futbolística. El sabe lo que yo le puedo dar y yo sé lo que él quiere para el equipo.

- Y cómo ves al fútbol argentino de hoy -Creo que creció mucho. Está retomando muchas cosas y volviendo a ser una liga muy competitiva.

-La mirada que habrá puesta en vos será distinta hoy, porque ya no sos un pibe. Te genera mayor responsabilidad -No. Soy muy exigente conmigo. Yo solo me pongo presión desde un principio. Así que la de la gente no me cambia mucho.

El Equi da señales de que lo supera el cansancio. Los ojos se le empiezan a cerrar, aunque la ilusión que le abrió las puertas de Central sigue (y seguirá) abierta de par en par.

Fuente: ole.com.ar

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